Ansiedad nocturna: qué es y cómo combatirla

¿Sabías que el sueño cumple un pilar fundamental en nuestro bienestar? Si eres de los que les cuesta conciliar el sueño o no logran conciliar el sueño por la ansiedad, o tu cabeza no deja de dar vueltas al momento de acostarte… sigue leyendo porque te contamos de qué se trata este tipo de ansiedad y qué estrategias podemos implementar para garantizar un sueño reparador. 

En simples palabras, la ansiedad es un estado emocional natural que experimentamos ante situaciones estresantes o amenazantes. Pero, cuando esta ansiedad persiste y se manifiesta especialmente durante la noche, afectando nuestro sueño y bienestar, hablamos de ansiedad nocturna y se estima que alrededor del 30% de la población sufre algún trastorno del sueño, siendo la ansiedad nocturna una de las principales causas. 

La ansiedad nocturna no solo se reduce a meras preocupaciones. Se manifiesta como un estado de intranquilidad, con pensamientos recurrentes que perturban nuestro sueño, y que tiene efectos significativos en nuestra salud física y mental. 

La falta de descanso adecuado puede llevar a la fatiga, dificultades para concentrarse, irritabilidad, aumento del estrés, entre otros, que afectan nuestra calidad de vida en general. 

Durante el sueño, nuestro cuerpo se regenera, se fortalece el sistema inmunológico y se equilibran las hormonas clave para la salud emocional. Un sueño de calidad está estrechamente ligado a una vida más saludable y equilibrada. 

¿Cuáles son los síntomas?

• Inquietud mental: pensamientos acelerados y preocupaciones persistentes que dificultan conciliar el sueño. 
• Malestar físico: sensaciones de tensión muscular, palpitaciones o dificultad para respirar que se intensifican durante la noche. 
• Despertares frecuentes: interrupciones constantes del sueño, despertando cansados y poco descansados a la mañana siguiente. 

1. Rutinas relajantes: establecer una rutina previa al sueño ayuda al cuerpo a reconocer las señales de descanso. Baños relajantes, lecturas, meditar o ejercicios de respiración profunda y consciente ayudan a calmar la mente y el cuerpo. 
2. Ambiente apropiado: acondicionar el entorno de sueño es crucial. Mantén tu pieza oscura, con una temperatura adecuada y libre de ruidos molestos para un descanso molesto. 
3. Técnica del grounding: enfocarse en los sentidos presentes, como el tacto o la vista, ayuda a desconectar de pensamientos ansiosos. 
4. Moderación de estímulos: evita la cafeína, comidas pesadas y pantallas electrónicas por lo menos 3 horas antes de dormir, para favorecer un descanso más profundo y reparador.  
5. Manejo del estrés: practicar técnicas de relajación durante el día, como la respiración profunda o la visualización, ayuda a reducir la ansiedad acumulada. 
6. Actividad física regular: el practicar deporte de manera regular, no solo mejora la salud física, sino que también reduce la ansiedad y facilita el sueño.