Los ciclos del sueño: descifrando sus secretos

Cuando nos proponemos llevar una vida saludable, la mayoría pensamos en que debemos enfocarnos en la alimentación y el deporte, obviando otros factores más que son igual de importantes que los anteriormente mencionados, y uno de ellos es el sueño y sus ciclos. 

 

Éstos desempeñan un papel fundamental en el bienestar de las personas, porque son los encargados de llevar a cabo procesos fisiológicos en nuestro organismo, que son indispensables para nuestra salud mental y bienestar general. 

 

A través de estos ciclos, nuestro cuerpo regula no solo el descanso, sino también procesos cruciales como la consolidación de la memoria, la regulación hormonal y la restauración celular. 

 

Los ciclos circadianos del sueño, guiados por los ritmos naturales de la luz y la oscuridad, regulan la liberación de hormonas como la melatonina, responsable de inducir el sueño y mantenernos en un estado de descanso profundo. Un sueño reparador no solo mejora nuestro estado de ánimo y capacidad cognitiva, sino que también fortalece nuestra resiliencia emocional y reduce el riesgo de trastornos mentales, como la depresión y ansiedad. Cuando se presentan inconsistencias con el ritmo circadiano, es muy probable que las personas experimenten problemas con el sueño, como el insomnio o la somnolencia. 

Fases del sueño: descanso en profundidad

Las fases del sueño son las fases por las que transita una persona, de forma secuencial, mientras duerme. Son tres: sueño ligero, sueño profundo y sueño REM. En cada una de éstas, que se repiten varias veces durante la noche, el cuerpo experimenta diferentes sensaciones. 

Fase 1 – Somnolencia a sueño ligero: también conocida como la fase del inicio del sueño, representa aproximadamente el 75% del tiempo total del sueño. Se produce una transición del estado  de vigilia al sueño ligero, caracterizado por las ondas cerebrales lentas y la actividad muscular disminuida. En esta etapa, tanto el cuerpo como el cerebro empiezan a relajarse, y es más fácil despertarse, especialmente si hay algún estímulo externo como ruido o iluminación. 

 

Fase 2 – Sueño profundo: las ondas cerebrales lentas dominan. Es difícil despertarse y es la fase reparadora por excelencia. Durante esta etapa, el cuerpo se regenera y fortalece, se liberan hormonas de crecimiento y se restaura la energía física. También conocida como NREM, el ritmo cardiaco y la presión arterial son más bajas, y se produce la relajación muscular completa. 

Fase 3 – REM: en esta fase, la actividad cerebral es similar al estado de vigilia. Aquí ocurren los sueños vívidos y la consolidación de la memoria. Ocurre cada 90 minutos aproximadamente, y es crucial para el aprendizaje y la memoria, porque el cerebro está activo y se procesan emociones. Se considera que esta fase tiene un papel fundamental en la regulación de los estados de ánimo de las personas.

Factores a considerar

Como mencionamos anteriormente, el sueño es fundamental para nuestro organismo, por lo que es clave mantener una buena higiene de éste. Existen factores que afectan sus ciclos, acciones que realizamos a diario y que sin notarlo, terminan influyendo en la calidad de nuestro descanso. Es importante reconocer cuáles son, para evitarlas y así tener un mejor descanso: 

 

  • Manejo del estrés: cuando estamos estresados, los niveles de cortisol se disparan y hacen que nuestro cuerpo esté en estado de alerta, haciendo que sea difícil conciliar el sueño, generando también ansiedad. 
  • Cuida tu alimentación: evita consumir bebidas energéticas o cafeína cerca de la hora de dormir. También privilegia una alimentación liviana en las horas cercanas al descanso. 
  • Mantente en movimiento: el sedentarismo y la falta de deporte afecta al ritmo circadiano de las personas, porque no gastan suficiente energía durante el día. Además, el deporte ayuda a combatir el estrés, ansiedad y depresión, problemas que impiden mantener un buen sueño.

La clave para el bienestar

Comprender y respetar nuestros ciclos del sueño es un acto de cuidado propio y un pilar fundamental para nuestro bienestar mental y físico. Adoptar estrategias que favorezcan un sueño de calidad no solo mejora nuestra energía y claridad mental durante el día, sino que también fortalece nuestra capacidad para afrontar los desafíos de la vida con calma y resiliencia. Priorizar el sueño es invertir en nuestra salud y felicidad a largo plazo.  

 

Complementa esta rutina con los siguientes productos VIVOs

ARTÍCULOS RELACIONADOS

Suscríbete a nuestro newsletter y entérate
primero de nuestros descuentos, contenidos,
beneficios y mucho más

VIVO S.A. 2025. TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS