La germinación para niños es esencial, porque podrán aprender de una forma sencilla el proceso en el que una semilla se convierte en planta, entender cómo funciona el mundo vegetal, comprendiendo las etapas naturales de desarrollo y la importancia de su cuidado.
Germinar brotes en casa es una práctica saludable y sencilla que te permite cultivar tus propios alimentos frescos y nutritivos. Los brotes son pequeñas plantas en sus primeras etapas de crecimiento, y se pueden germinar a partir de semillas, granos, legumbres o nueces. Estos brotes son ricos en vitaminas, minerales, enzimas y antioxidantes, lo que los convierte en un complemento perfecto para una dieta equilibrada.
Para saber en qué consiste la germinación comenzaremos a poner manos a la obra. Es importante destacar que no todos los vegetales vuelven a dar el alimento en sí mismo, sino que algunos como la zanahoria, dan la planta. Ésta luego florece y da semillas que al sembrarlas nos permiten volver a obtener zanahorias. Aquí te compartimos tres entretenidos ejemplos de cómo hacerlo en casa:
Las germinaciones más simples y veloces son las legumbres, por lo que son ideales para hacer por primera vez con los niños para que vean resultados más inmediatos. Para lograrlo debes:
Actualmente, a la mayoría de los productos plásticos les damos un solo uso, cuando podríamos reutilizarlos para muchas otras cosas. Un ejemplo de esto son los envases de yogurt, donde plantaremos semillas y aprenderemos sobre los brotes. Debes:
Si estás pensando que vives en un departamento o en una casa sin espacio… ¡no te preocupes! No es necesario tener un jardín para ser jardinero y poder estar en contacto con la naturaleza. Todos podemos tener un paisaje verde en casa, ya sea en el balcón, sobre un estante, en una mesa, en una pared en formato vertical… ¡Solo tienes que usar tu imaginación!
La germinación o regrow es volver a dar vida a los alimentos que consumimos, como por ejemplo las cebollas, ajos, zanahorias, betarragas, albahaca, lechuga, entre otros. Éstos pueden volver a crecer si los propagamos en agua o sembramos alguna de sus partes, a través un proceso simple y muy gratificante, que será una entretenida experiencia tanto para los adultos como para los más pequeños.
El proceso de germinación en casa nos beneficia en que nos hace tomar conciencia de lo que consumimos, además de fomentar la jardinería en familia y acercar la naturaleza al interior de nuestro hogar. Esta experiencia nos recuerda que los alimentos más nutritivos y nobles provienen de la tierra, y al momento que veamos nacer una semilla, nos conectará con la esencia de la naturaleza.
Y también al ver el crecimiento diario de un germinado, nos generará un bienestar instantáneo, mejorará nuestro estado de ánimo y nos motivará a seguir haciéndolo. Germinar nos conecta con el presente y nos garantiza bienestar, ejercitando nuestra paciencia, relajando nuestra mente y disminuyendo el nivel de ansiedad, desde los papás hasta los hijos.