5 tips para lograr hacer ejercicio todos los días, y no fallar en el intento

Si eres de los que se inscribe en un gimnasio y a la semana siguiente nunca más fuiste… Esta nota es para ti. Porque además de sus ya conocidos beneficios para nuestro cuerpo, es más importante de lo que crees. Es fundamental para mantener un equilibrio integral en nuestra vida. 

La importancia de ejercitarse radica en el hecho de que nuestro cuerpo, diseñado para el movimiento, necesita del deporte para funcionar de manera óptima. Sin embargo, más allá de los beneficios físicos evidentes, como el fortalecimiento muscular, la actividad diaria también impacta positivamente en nuestra salud mental, mejorando el estado de ánimo, reduciendo el estrés y aumentando la sensación de bienestar general. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dedicar al menos 30 minutos al día, o 150 minutos a la semana, a actividades físicas moderadas para mantener una buena condición física. Pero más allá de establecer metas temporales, es crucial desarrollar la disciplina necesaria para convertir el ejercicio en un hábito a largo plazo, evitando abandonarlo y poder garantizar resultados sostenibles en el tiempo.

Los tips que te ayudarán a hacer ejercicio a diario, ¡y cumplirlo!

  • Planificación inteligente: organiza tu agenda diaria reservando un tiempo específico para hacer ejercicio. Al programarlo como una cita contigo mismo, aumentas la probabilidad de cumplir con tu rutina deportiva. Además, diversificar tus actividades físicas a lo largo de la semana, incorporando cardio, fuerza y flexibilidad, garantiza un entrenamiento completo y motivador.

  • Encuentra un partner: contar con un compañero de ejercicios puede ser un gran estímulo para mantener la constancia. La compañía no solo hace el ejercicio más divertido, sino que también te brinda apoyo emocional y motivacional. Juntos podrán establecer metas alcanzables y celebrar los logros obtenidos, creando así un ambiente positivo en torno al deporte. 

  • Varía tus rutinas: la monotonía es una de las principales enemigas del ejercicio constante. Explora diferentes actividades deportivas que te apasionen, desde yoga o pilates hasta clases de baile o deportes de equipo. Esta variedad no solo mantiene la motivación alta, sino que también trabaja diferentes grupos musculares. 

  • Adopta un enfoque gradual: si estás comenzando o retomando una rutina, es fundamental no exigirte demasiado al principio. Establece metas realistas y aumenta la intensidad y duración de tus entrenamientos de manera progresiva. Escucha a tu cuerpo y no te castigues por los días en los que sientas menos energía; adaptar tu rutina según tus necesidades te ayudará a mantener la constancia sin sentirte abrumado/a. 

  • Celebra tus logros y aprende de los retos: reconoce cada avance, por pequeño que sea, como un paso hacia una vida más activa y saludable. Mantén un registro de tus progresos, ya sea en un diario de entrenamiento o a través de aplicaciones especializadas, para visualizar tus logros a lo largo del tiempo. Además, aprende de los momentos difíciles o las pausas involuntarias, identificando las causas y ajustando tu rutina si es necesario.

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