Para fortalecer el sistema inmune hemos seleccionado 5 consejos fundamentales, porque con la llegada del cambio de estación y las variaciones bruscas de temperatura, es muy común que aparezcan con mayor frecuencia los temidos resfriados e infecciones. Esto sumado a una mala alimentación e hidratación, se convierten en una pésima combinación para nuestro sistema inmune.
¿Sabías que el sistema inmune cumple una función clave en nuestro organismo? Es el mecanismo de defensa natural de nuestro cuerpo para luchar frente a virus, bacterias y otros microorganismos patógenos, por lo que tener un sistema inmunológico en buen estado es fundamental para que nuestro cuerpo pueda combatir enfermedades.
Dentro de las recomendaciones generales para lograr nuestro bienestar es comer bien y llevar una vida saludable, hacer ejercicio y mantener un correcto descanso, pero también existen simples acciones para reforzarlo de manera natural y mejorar nuestra salud:
Éstos son ricos en probióticos, que se encuentran en gran cantidad en tu tracto digestivo y administrados en cantidades adecuadas, ayudan principalmente a la digestión, absorber eficientemente los nutrientes y a mantener el buen estado del microbiota intestinal, el lugar principal donde se encuentran las células inmunitarias.
Estos alimentos incluyen el yogurt, kimchi, kéfir, entre otros, e investigaciones recientes demostraron que tener una red floreciente de estas bacterias intestinales ayuda a tus células inmunitarias a diferenciar entre las células normales y sanas, de los organismos invasores dañinos.
Es un excelente y potente antibiótico natural, ya que ejerce una barrera frente a la inmunodepresión y con sus componentes antivirales, es un estimulante ideal para el sistema inmunitario. Además, tiene propiedades antisépticas, que reducen la posibilidad de infección, ayudando a combatir los resfriados e infecciones respiratorios.
Este mineral es un potente antioxidante que mejora el sistema inmune. Estudios demuestran que su déficit en el organismo está relacionado con una mayor predisposición a contagiarse de resfriados e infecciones respiratorias. Los alimentos que contienen zinc son los lácteos, carnes blancas, mariscos, lácteos, huevos, pollo, frutas, verduras, semillas o frutos secos, tofu, lentejas, entre otros.
Esto sucede gracias a sus efectos antiinflamatorios capaces de frenar el efecto de un agente extraño sobre las células. Es un ácido graso esencial, lo que significa que nuestro organismo no lo produce y es necesario consumirlo en alimentos como los pescados de agua fría como el salmón y la trucha, las semillas de chía, el aceite de linaza, entre otros.
La vitamina D es esencial para muchos procesos metabólicos y celulares, donde, además, está demostrado su efecto antiinflamatorio y que ayuda a mantener un buen estado del sistema inmune. Existen dos maneras de obtener vitamina D, una a través de los alimentos como el huevo, pescados grasos (salmón o sardinas) y la segunda -y más efectiva- con exposiciones diarias al sol: pasar 10 a 15 minutos bajo el sol, en las horas con menor radiación UV, ayudará a tu cuerpo a producir más vitamina D.
En un mundo lleno de microorganismos y amenazas invisibles, nuestro cuerpo posee un guardián poderoso e intrincado: el sistema inmune. Este complejo sistema biológico desempeña un papel fundamental en nuestra salud y bienestar al protegernos incansablemente para mantenernos a salvo.
El sistema inmune es un complejo y sofisticado sistema biológico que protege al organismo contra patógenos, como bacterias, virus, hongos y parásitos, así como contra células anormales y sustancias extrañas.
La función principal del sistema inmune es reconocer y eliminar invasores, como bacterias, virus, hongos o parásitos, para mantener la salud y el equilibrio en el cuerpo.
Los componentes clave del sistema inmune son:
El sistema inmune está constituido por una red de órganos, tejidos y células especializadas que trabajan en conjunto para combatir las infecciones. Estos incluyen: